Con un monográfico dedicado a Beethoven a cargo de la PKF-Prague Philhamonia, que ha agotado las entradas y ha obligado a ampliar el aforo del Auditorio Espai Ter para atender la alta demanda de localidades, el Festival de Torroella de Montgrí cerró anoche su 38a edición con una ocupación del 89,8% y un total de 9.088 espectadores en las tres semanas y media de programación y que empezaron el 26 de julio con los cuatro intensos días de los conciertos de jóvenes talentos del Fringe.
Un total de seis propuestas artísticas han agotado las localidades. Además del concierto de clausura con la PKF-Prague Philharmonia, han dejado la taquilla sin entradas los conciertos de homenaje a Joan Cererols en el 400º aniversario de su nacimiento protagonizado por el coro británico Tenebrae; la velada de música de cámara con The Brahms Project y la contrabajista Uxía Martínez Botana; y los tres conciertos de la nueva serie Singulares Torroella celebrados en marcos emblemáticos de la población ampurdanesa y protagonizados en el Museo Palau Solterra, sede de la Fundación Vila Casas, por los violinistas Lina Tur y Enrico Onofri y el ensemble L'Apothéose con la soprano Olena; y en los jardines del Palau lo Mirador por la Accademia del Piacere y la cantaora Rocío Márquez.
El éxito de la serie Singulares Torroella es para Montse Faura, directora del Festival, consecuencia tanto del formato como de la propuesta. "El festival de Torroella de Montgrí cuenta con un público melómano y selectivo al que le gusta descubrir músicas que no conoce y las ha encontrado en la propuesta de los Singulares, conciertos con programas infrecuentes celebrados en marcos emblemáticos de Torroella, que en el pasado ya habían acogido propuestas del Festival y que ahora hemos recuperado por la música", señala Faura.
El Festival de Torroella de Montgrí ha apostado un año más en su programación por los nombres consagrados de la música clásica, por la presentación de nuevos valores y de programas innovadores y poco habituales así como la recuperación de patrimonio musical, propuestas no exentas de riesgo, pero que han proporcionado en esta edición veladas memorables como las protagonizadas por el corazón Tenebrae interpretando la Misa de batalla de Cererols y una versión imponente de la Misa de Réquiem de Tomás Luis de Victoria; la gloriosa interpretación de la primera versión del Magnificat de Bach, muy infrecuente, interpretada por el Dunedin Consort; un cautivador programa con obras de atribución dudosa a Bach presentado por Gli Incogniti con la violinista Amandine Beyer al frente; o el sensacional recital ofrecido por el pianista Joaquín Achucarro en su 26º concierto consecutivo en el Festival que fue despedido del escenario por el público puesto en pie después con una ovación inacabable que lo obligó a prolongar el recital medio hora más con cuatro bises.
Fringe Festival
El Fringe Festival, realizado con el apoyo de la Fundación Banco de Sabadell, ha llenado un año más durante cuatro días Torroella de Montgrí y l'Estartit de jóvenes talentos de la música procedentes de algunos de los mejores conservatorios y escuelas superiores de música de Europa. Los 18 conciertos ofrecidos han atraído a numeroso público ávido de escuchar las nuevas generaciones de músicos que ha desbordado los aforos de la mayoría de los conciertos celebrados en el Palau Solterra, en Torroella de Montgrí, y en el escenario levantado ante las islas Medas, en la punta del Molinet, en l'Estartit, que del 19 al 22 de julio acogió el Jazz Festival el Estartit y que ha significado una notable mejora de las condiciones para el Fringe, tanto en lo que se refiere al público como a los artistas.
La edición de 2018 del Fringe ha sido la última que ha coordinado Eduard Balaguer, quien después de cinco años pasa el testigo a la intérprete de viola, cantante y gestora cultural Maia Kanaan, que ya ha trabajado en la edición de este año en calidad de asistente de producción. Kanaan asumirá la coordinación del Fringe a partir de la próxima edición. Eduard Balaguer deja consolidado el modelo del Fringe, uno de los valores esenciales del cual es el diálogo permanente que establece entre educación, cultura y sociedad. "Hay que constatar que el Fringe, en el que han tenido cabida todos los géneros musicales, se ha convertido en una plataforma imprescindible de promoción de formaciones emergentes, un espacio que da oportunidades a las nuevas generaciones y los pone en diálogo, un punto de encuentro, un espacio de aprendizaje y profesionalización para todos los que lo hacen posible", afirma Balaguer.
Los músicos que participan en el Fringe Festival de Torroella de Montgrí-L'Estartit 2018 han sido seleccionados por los conservatorios, escuelas superiores de música e instituciones que colaboran con la programación: la Escola Superior de Mu?sica de Catalunya (ESMUC), el Taller de Mu?sics, el Conservatori Superior del Liceo, la Escuela Superior de Mu?sica Reina Sofi?a, el proyecto social Cabal Musical, el Instituto Nacional de la Juventud-INJUVE, el Conservatorio Nacional Superior de Mu?sica y Danza de Pari?s, la Guildhall School of Music and Drama de Londres y la Hochschule fu?r Musik Freiburg.
